El cuidado de la imagen personal ha evolucionado mucho en los últimos años, y cada vez son más las personas que buscan soluciones que les ayuden a sentirse bien consigo mismas sin recurrir a métodos invasivos o poco naturales. Dentro de las intervenciones más demandadas se encuentra el lipofilling de glúteos, una técnica que permite aumentar y remodelar esta zona del cuerpo utilizando la propia grasa del paciente.
En este artículo te contamos en detalle en qué consiste, cuáles son sus ventajas y qué debes tener en cuenta si estás pensando en realizarte este procedimiento.
¿Qué es el lipofilling de glúteos?
El lipofilling, también conocido como lipotransferencia, es un procedimiento quirúrgico que consiste en extraer grasa de determinadas áreas del cuerpo mediante una liposucción y reinyectarla en otra zona donde se quiera aumentar el volumen o mejorar la forma. En el caso de los glúteos, esta técnica consigue un resultado estético muy natural, al mismo tiempo que armoniza el contorno corporal.
A diferencia de los implantes, el lipofilling no utiliza materiales extraños. La intervención emplea exclusivamente tejido graso del propio paciente, lo que minimiza los riesgos de rechazo y permite que la mejora se integre de manera orgánica en la silueta.
Beneficios principales del lipofilling de glúteos
El éxito de esta técnica no es casual. Son muchas las ventajas que explican por qué cada vez más personas la eligen:
- Resultados naturales: el aumento no se percibe artificial, ya que se utiliza la propia grasa.
- Remodelado integral: al extraer la grasa de zonas donde sobra (abdomen, flancos, muslos…), se consigue una mejora global de la figura.
- Seguridad: al no introducir prótesis, se reducen riesgos asociados a cuerpos extraños.
- Durabilidad: gran parte de la grasa transferida se integra de forma permanente.
- Versatilidad: se adapta a cada anatomía y a las expectativas personales, logrando resultados personalizados.
El procedimiento paso a paso
Aunque cada paciente requiere un abordaje individual, el procedimiento suele seguir estas fases:
- Valoración inicial: el Dr. Ruiz Moya analiza la anatomía del paciente, escucha sus objetivos y determina si es una buena candidata para el lipofilling.
- Liposucción: se extrae la grasa de zonas localizadas con exceso.
- Procesado de la grasa: el tejido se filtra y prepara para asegurar su viabilidad antes de la infiltración.
- Infiltración en glúteos: la grasa se coloca cuidadosamente para dar volumen y mejorar la forma.
- Recuperación: tras la intervención, se indican cuidados específicos para proteger la zona y asegurar que la grasa se integre correctamente.
¿Quiénes son los pacientes ideales?
El lipofilling de glúteos está indicado para personas que desean mejorar la forma y el volumen de esta zona de manera natural, siempre que cuenten con depósitos de grasa suficientes para poder realizar la transferencia. También es una opción para quienes prefieren evitar el uso de prótesis y buscan un resultado armónico, adaptado a su cuerpo.
Es importante que el/la paciente tenga unas expectativas realistas y esté dispuesto a seguir las recomendaciones postoperatorias para garantizar un resultado satisfactorio.
Recuperación y cuidados posteriores
La recuperación tras un lipofilling de glúteos suele ser progresiva y bien tolerada. Algunos puntos clave a tener en cuenta son:
- Usar una faja de compresión durante las primeras semanas.
- Evitar sentarse directamente sobre los glúteos los primeros días, utilizando cojines especiales si es necesario.
- Mantener una alimentación equilibrada y una buena hidratación para favorecer la integración de la grasa.
- Seguir las revisiones indicadas por el cirujano para evaluar la evolución.
Los resultados finales se aprecian de manera más clara a partir de los tres meses, cuando el tejido graso transferido ya se ha asentado de forma definitiva.
Una técnica en auge
El lipofilling de glúteos no solo responde a una tendencia estética, sino también a una búsqueda de soluciones seguras y personalizadas. Cada caso se estudia de forma individual, adaptando la cantidad de grasa transferida y el diseño de la remodelación al gusto del paciente y a su estructura corporal.
En la práctica, esto significa que el procedimiento no sigue un patrón único, sino que se ajusta a las proporciones y objetivos de cada persona, logrando un resultado armónico y natural.
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