▷ Abdominoplastia en Sevilla - Plástica Alejandro Ruiz Moya, cirugia plastica y reparadora en Sevilla

Otra de las cirugías que el Dr. Ruiz Moya realiza en Sevilla con frecuencia es la abdominoplastia. Es una cirugía plástica muy demandada por mujeres de mediana edad, que ya han tenido hijos y/o que han experimentado cambios de peso importantes, y que buscan recuperar el aspecto plano y definido de su abdomen previo a todos estos acontecimientos.

Es muy importante que un cirujano plástico especializado realice una valoración detallada de tu abdomen, ya que no es infrecuente que existan, además del faldón abdominal antiestético, problemas funcionales de la pared abdominal asociados que necesiten tratamiento simultáneo, como hernias o diástasis de rectos.


¿Por qué se me ha deteriorado el abdomen?

En una cirugía de abdominoplastia se busca eliminar lo que se conoce como faldón abdominal, que es una acumulación variable de grasa y piel descolgada sobre todo en la región que se encuentra entre el ombligo y el pubis. Este faldón, además de la repercusión estética y psicológica, puede tener también repercusión funcional, dificultando el movimiento, el ejercicio o la higiene. Muchas veces también están presentes estrías que suelen ser bastante antiestéticas a ojos de los pacientes.

Existen diversos factores por los que una persona con vientre plano y definido, más frecuentemente mujeres por algunos factores inevitables que comentaremos a continuación, acaba desarrollando un faldón abdominal y acumulando piel y grasa sobrante:

  • Edad: en general, todos los tejidos del cuerpo humano, con el paso de los años y la acción de la gravedad, se descuelgan. El abdomen no es una excepción.
  • Embarazos: cada embarazo supone gran distensión abdominal y ganancia importante de peso. Esto tiene lógicamente su repercusión: por un lado, se acumula grasa durante el embarazo, y la piel que se estira no suele retornar a su estado inicial, quedando estrías y piel sobrante en grado variable; por otro lado, los músculos rectos abdominales se separan, e igualmente, no suelen volver completamente a su estado original, quedando un grado variable de diástasis que da al abdomen un aspecto abombado.
  • Peso: cuanto más peso tenga una persona, más acúmulo de grasa abdominal y mayor presión intraabdominal. Todo combinado se traduce en un abdomen que deja de ser firme o plano para convertirse en abombado con exceso de piel y grasa.
  • Variaciones de peso: cuantos más ciclos de ganancia-pérdida de peso, más repercusión tendrá en el abdomen. El ejemplo más claro son los pacientes de pérdida masiva de peso tras someterse a una cirugía bariátrica, donde encontramos los mayores faldones abdominales.

¿Cómo se realiza una abdominoplastia?

Una abdominoplastia se realiza a través de una incisión en la parte baja del abdomen, a una distancia corta del pubis, para que puede quedar oculta en la ropa interior o en un bikini. La incisión es parecida a la de una cesárea, pero más baja y algo más larga, sin llegar, salvo en casos extremos, a los 180 grados anteriores de la circunferencia abdominal.

A través de esta incisión, se diseca la piel y grasa del abdomen del plano de los músculos rectos abdominales, hasta llegar aproximadamente al borde inferior del esternón. Se realiza un movimiento de estiramiento hacia abajo, y tras comprobar cuanto sobra, se reseca el exceso de piel y grasa para posteriormente realizar una sutura cuidadosa sin tensión.

Normalmente, antes de cerrar se aprovecha para reforzar la unión entre los músculos abdominales y corregir la diástasis mediante una plicatura. El ombligo también ha de situarse en una nueva posición estéticamente agradable, lo que se llama umbilicopexia. Todo este proceso, aunque parezca sencillo tras esta explicación, suele tardar entre 3 y 5 horas.


¿Se puede combinar con otras cirugías?

La cirugía de abdominoplastia se puede y es habitual combinarla con alguna otra cirugía plástica, como por ejemplo con liposucción o con una mamoplastia, ya sea aumento de pecho, mastopexia o reducción de pecho.

Lo más frecuente es combinar con liposucción, lo que se conoce como una lipoabdominoplastia. La liposucción combinada con abdominoplastia, sobre todo empleada en los flancos abdominales y en la región supraumbilical, consigue además de eliminar el faldón, suavizar la silueta acentuando la cintura y un vientre más plano sin irregularidades.

También es frecuente combinarlo con una mamoplastia. Entre las diferentes cirugías de pecho, lo más habitual es combinar la abdominoplastia con una mastopexia con prótesis o una elevación de mamas sin prótesis, más que con un aumento de mamas o una reducción de pecho. Esto se debe a que tras pérdidas de peso y embarazos, las mamas, igual que el abdomen, tienden a descolgarse con pérdida de volumen asociada.

Pueden asociarse también cirugías reparadoras de pared abdominal, como la corrección de hernias umbilicales o de otra localización. A veces es necesario incluso colocar una malla sintética de refuerzo para reparar estas últimas, o para reparar una diástasis de rectos abdominales.

Cuantas más cirugías se combinen, eso sí, mayor será el tiempo necesario para la intervención y mayor será el precio de la abdominoplastia.


Complicaciones que pueden aparecer en la abdominoplastia

Aunque las complicaciones no son habituales, pueden aparecer. En caso de que aparezcan, las más frecuentes son:

  • Sangrado: es una cirugía plástica de envergadura, en la que se tiene mucho cuidado con coagular con delicadeza, pero aún así hay veces que sangra. Aunque infrecuente, esta es la complicación más frecuente. Precisa de drenaje en quirófano.
  • Infección de la herida: se trata con antibióticos.
  • Dehiscencia de la herida: esto es, se abre la herida quirúrgica a pesar de los puntos. Cuando ocurre suele ser en gente fumadora o con diabetes. A veces se produce también por una tensión excesiva en el cierre.
  • Seroma: acumulación de líquido entre los músculos y la piel y grasa. No es frecuente puesto que normalmente se colocan 2 drenajes, pero aún así en ciertas ocasiones se produce. Típico también de fumadores y gente con peso excesivo.
  • Cicatrices antiestéticas: como queloides o cicatrices hipertróficas.
  • Cambios o alteraciones de sensibilidad en la cicatriz: es frecuente que a la larga, en la cicatriz de abdominoplastia, los pacientes perciban algunas sensaciones raras, como hormigueos o calambres, de manera esporádica. Estas sensaciones se llaman parestesias, y se producen porque al hacer la incisión, se cortan filamentos nerviosos microscópicos. No es grave, y pasa igual en cualquier cicatriz cutánea del cuerpo.

Puedes obtener valoración de tu caso para abdominoplastia en Sevilla por el Dr. Ruiz Moya en Sevilla, que responderá además otras dudas que te puedan surgir. También puedes ver más casos reales de lipoabdominoplastia en su web www.plasticaruizmoya.com y es su Instagram @plasticaruizmoya.

Plástica Alejandro Ruiz Moya, cirugia plastica y reparadora en Sevilla